Hola, buenos días! ¿desayunas conmigo? ¿prefieres té o café? ¿sólo o con leche?
¿o mejor lo dejamos para la merienda si es que te gusta más el chocolate por la mañana?
Por cierto, no tengo ningún cacao mental ni me equivoqué de blog...jajaja
Es que mi amiga Lola de "El refugio de Lirtea" propuso este sustancioso tema
para el Reto mensual bloguer@s, del que ella es la anfitriona este mes.
Pero vamos que aunque no te deje ninguna receta podría contarte alguna curiosidad sobre el té y café mientras nos tomamos nuestra taza calentita...y preparo el diy de hoy, que es este cuadrito con repisa para el reloj que tuneé y al que añadí algunos adornos más.
Gustavo III de Suecia estaba convencido de que el café era un veneno... y para demostrarlo hizo un experimento: ordenó a un reo tomar café todos los días y a otro tomar té 😮. La comisión médica que controló el caso dictaminó que: el primero en morir fué el Rey, después los médicos y muchos años más tarde el bebedor de de té. El último fué el reo "condenado" a beber café. ¿Qué cosas, verdad?
Bueno, pues a mí me gustan los dos y me costó decidirme a ver qué hacía para el Reto pero como el reloj tenía ya la forma ideal...simplemente desmontándolo y pintando su carcasa de plástico con pintura a la tiza "sal de ibiza" y un toque de "azul horizonte" en el aro central (después de imprimarlo para que agarrara mejor) cuando estuvo seco le dí una mano de pintura acrilíca metalizada que es tan poco cubriente que parece más una veladura.
Como el motivo central infantil no me gustaba ni pegaba para nada, corté alrededor para aprovechar los números y le pegué un papel de scrapbooking a su medida; montando de nuevo el mecanismo.
A una tabla que tenía por casa también le pegué papel de este tipo, haciendo lo mismo con otra que aproveché de una caja de fresas (pegándolas y atornillándolas entre sí)
Ya con la estructura lista...un encajito por el borde de la repisa, una cinta de pasamanería alrededor de la "pared" y cola de ratón en beige claro en la unión del suelo...son los pequeños detalles que dan un acabado más cuidado
Para recrear la escena usé una tacita y lechera de loza, unas cuentas de plástico, una perla y una caja de té. A la lechera le até un hilo de nylon que sujeté por la parte de atrás, para que quedara colgando y para dar la impresión de que cae una gotita de leche (si es que te gusta así...) sólo hay que pegarle con silicona caliente el alambre que sujeta la perla y cubrirlo después con un poco de algodón, si se quiere disimular.
Para dar la sensación de estar vertiendo el té hacemos lo mismo con las dos cuentas oscuras engarzadas en alambre, que pegaremos en la tetera...
Ya casi está... tan sólo pegar una cajita de té en una de las esquinas y completar con algún platito o caramelo de cristal.
Podría ser un regalo para el día de la madre ¿no te parece?
Venga que el reloj ya marca las cinco ¡es la hora del té!
y de ver los trabajos de mis compañeras...
Sólo falta buscarle un sitio para colgarlo en la pared...si te gusta más que apoyado en una caja...¿dónde? pues donde quieras, en la cocina, el comedor, tu cuarto, a tu gusto... o completar la estructura con otras tablitas alrededor y protegerlo por delante con metacrilato.
¿Te gustó?